Siempre me han gustado las palabras.
Usar cuantas más mejor.
Están para eso.
Hay palabras que me gustan de manera especial.
Ojalá es mi preferida. O Ajolá, como diría mi abuela.
Otras, sin embargo, me gustan sólo por su sonoridad: melancolía, soledad, abismo…
Y hay palabras que evocan y consiguen trasladarme a rincones lejanos: catamarán, bergantín, Atlántida…Tasmania.
La costa del Mar de Tasmania está llena de magia.